La mariposa no era niña, ni joven, ni vieja, era mariposa con los días por vivir.
La experiencia ese día fue simple, sentarnos a sentir el Amor Incondicional, abrir el corazón y dejar que nuestra visión interior juegue en el Bosque de los Árboles Mágicos, zambullirnos por sus raíces hasta llegar al corazón de Gaia.
Las mariposas empezaron a llegar, a rodearnos, a danzar.
El Árbol que nos había dejado llegar por sus raíces hasta el corazón cristalino de Gaia nos llamó y todos respondimos, en unos segundos observábamos a las mariposas y escuchamos:
Observen esa mariposa…
… ella representa el equilibrio. Su aleteo suave y gracioso la lleva desparramando alegría y polen. Puede estar sobre el lomo de un gran animal absorbiendo el sodio de su transpiración, sobre el guano de otro animal buscando minerales, luego en la flor más delicada y sobre el tronco más añoso de cualquiera de nosotros, a ninguno hace daño y por todos lados circula impoluta, limpia y feliz.
Libres, cuentan con apenas días para vivir, nada las detiene, no hay lamentos, fluyen con el viento sin ser condescendientes, alegran la vista y los espíritus. Están eternamente presentes.
El Árbol nos hizo poner de pie, y equilibrar nuestro cuerpo: Sientan el corazón de Gaia, ánclense en ella, tómense de mis raíces y sientan. Ahora por ustedes mismos. Levanten la vista al cielo, bailen, giren, golpeteando las pantorrillas, luego las palmas al cielo. Sientan el Universo entrando por las manos.
Me sentí en otra vida danzando, en una tribu en un lugar puro, mi hijita me miraba desde los brazos de su mamá que sonreía feliz y plena, ella también danzaba y elevaba a Zint al cielo, ambas destellaban luz.
El Árbol del Bosque Mágico nos hizo sentar nuevamente con tranquilidad nos explico: Las emociones no son ustedes, son un impulso a la acción. Como un combustible formado por lo aprendido y heredado, que los condiciona a una respuesta ante una situación. La sorpresa, ante lo nuevo nos preparamos para conocer. El asco y el miedo, nos inducen a retirarnos. La tristeza nos detine. La ira a descargar o devolver un golpe. La alegría a repararnos de todo. Pero ello no es todo, primero… vayan con su visión –tal como yo los veo- hechos mariposas hasta la flor más hermosa del bosque.
Estoy sintiendo su alegría, es poderosa y de color rosa radiante. Busquen un cuarzo en el río, disfruten el brillo mientras sobrevuelan, su alegría es enorme y de color celeste cielo. Ahora conserven la alegría, es el único modo de atravesar esta parte del bosque.
En los confines Bosque Mágico se levantaban arbustos oscuros que al aproximarnos lanzaban redes, el hambre, la falta de fuerza, la voz de nuestro amigo vino al rescate: Todo les dice que deberían estar con miedo, borren eso… son mariposas… no teman…perdieron de vista a todas las otras, sienten ira por esos seres oscuros, olviden eso… son mariposas. De un árbol cuelgan vísceras putrefactas, el asco les revuelve el estómago, sus ojos llevaron al cerebro y el ordenó al estómago, es un programa, un diseño, olviden… Están tristes y se deprimen, ya no vuelan más… agiten las alas, miles de flores esperan a metros, son mariposas.

Antes de terminar la conversación el Árbol nos dijo: Así los veo ahora...
son la mariposa y la flor del Amor Incondicional, están en equilibrio emocional…
En un tiempo las emociones eran puras y servían para vivir, pero hoy les inducen determinadas emociones para que solo vivan una pequeña parte de todo lo que pueden SER.
Cristaliandonos
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