Chacra 2

 Chacra 2

Todo es energía, repetía siempre, y nos mostraba un pájaro, el sol, el río. Ese día la tormenta estaba sobre nosotros y retomó el tema: "Todo es energía", y señalando el horizonte "¿Qué es?" Luego del relámpago el estruendo y el fuego de un árbol viejo. "Un rayo. Un trueno. Luz. Sonido. Fuego, calor, madera quemada. Es la energía percibida de distintos modos, lugares y tiempos." Y la nueva pregunta: "¿Qué sabor tiene todo ello?" La claridad de su explicación era igual que la del fuego que nos calentó esa misma noche, pero la pregunta nos dejó pensando por varios días, hasta que Rinza le regresó la pregunta. 

Ella era una jovencita de lo más bella y simpática, que se había unido al grupo en las afueras de una ciudad del norte.

"¿Qué sabor tiene la energía?". Cuando Rinza formuló nuestra pregunta, todos fuimos a oír la respuesta.

Como siempre lo hacía,  nos cambió el enfoque a todos, miró a Zan, el más joven, y le preguntó: ¿Qué sabor tiene el Amor a Rinza?

Zan luego de ruborizarse trató de poner palabras a lo que no podía terminar de reconocer, nuestras risas se volvieron silencio cuando nos hizo sentar en círculo.

Con una vara dibujó el símbolo del yin y yang, y nos explicó nuevamente los contrarios complementarios,  lo masculino y lo femenino, lo que se contrae y lo que se expande, lo que da y lo que recibe y como cada uno tiene en su centro el aparente opuesto. Nos adelantó que todo podía cambiar y que ese mismo símbolo estaba mudando su forma primitiva en cada uno de nuestros corazones.  Dejó la explicación allí, sabíamos que al tiempo la retomaría, cuando estuviéramos listos para entender lo que seguía.

A los días, Zan y Rinza decidieron ser pareja, la noche de la celebración se desató una nueva tormenta.  Para iniciar, nos hizo trazar con leñas y piedras un yin yang, luego con las manos en alto inició el  baile, todos danzamos felices con Zan y Rinza. Cuando el viento se desató, todos buscamos refugio y abrigo.

Al otro día, la tierra húmeda, los olores de las plantas, el sol en un cielo limpio, nos reunimos todos y se oyó la vieja pregunta: "¿Qué sabor tiene el Amor a Rinza?". Zan muy tranquilo respondió: "Igual que las plantas y la tierra, que la primavera y el otoño." Ahora le tocó responder a Rinza: "¿Qué sabor tiene la energía?". "Igual que el agua y el viento, que el verano y el invierno."

Con carcajadas nos llevó hasta donde habíamos trazado el símbolo del yin y yang la noche anterior, el viento, la lluvia y la energía habían trazado un nuevo símbolo que era la disolución definitiva de los opuestos complementarios, pero seguían siendo dos elementos que se reflejaban uno al otro sin ser espejo y que por sí habían decidido brillar juntos sin ser uno Luna o Sol, saliendo definitivamente del círculo.

La misma energía que podía ser vista, oída, tocada, olfateada y que tiene el gusto de la vida, en el suelo  aparecían semillas germinando en tierras aradas mientras se danzaba la unión. Todo es energía.

                                                   Cristaliandonos

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